15 de septiembre de 2011

Huír

Saber que este día llegaría pronto y disfrutar cada momento ha sido la mejor opción, y la verdad es que estoy bastante orgulloso del tiempo invertido en nosotros.
Recuerdo cuando hace apenas un par de meses revoloteábamos como adolescentes, esquivando miradas o evitando el más mínimo roce y pensar que ahora no soy capaz de pasar un día sin él.
Me siento impotente al no tener la fuerza para contener las lágrimas cada vez que recuerdo su sonrisa a escasos centímetros de la mia, y pensar que en este tiempo separados puedo olvidar esa sensación de alivio y seguridad.
Estoy muerto de miedo pero me prometió que estaría siempre conmigo.

14 de septiembre de 2011

Volar

Ya sólo me queda contar los segundos que pasaré a su lado antes de que se vaya, intentaré no pensar en el último abrazo, el último beso o el último te quiero que liberarán sus labios. Sólo quiero que se aleje con una sonrisa cubierta por lágrimas recordando aquel momento en que no sabíamos como encontrarnos sin miedo al rechazo, o aquel momento en que realmente sentí que le quería de verdad y que no era parte de una simple fantasía.
Voy a llorar, lo voy a pasar mal, le voy a echar de menos, pero sobre todo, sé que le quiero.

8 de agosto de 2011

Vuelta

Después de un día en el que la cabeza no paraba de girar en torno a él, por fin llegó el momento de ver si estaba en el nuevo punto de encuentro. Allí estaba, intentando no cruzar su mirada con la mia para evitar ese momento incómodo que ambos deseábamos, pero no pudo aguantar más y clavó sus ojos en mi, su sonrisa apareció y mis ojos se humedecieron mientras mi cabeza era bombardeada por el sentimiento de añoranza que había reprimido durante su ausencia.

Me prometí que iba a disfrutar cada segundo a su lado, que no lo dejaría marchar otra vez, pero quería hacerlo bien, el tiempo decidirá qué caminos se cruzan. Sólo espero que esta vez esté de mi parte.

4 de agosto de 2011

Ausencia

Ahora, cuando ya asimilas que no está, olvidas como era su voz, su cara, sus besos, pero no te olvidas de su sonrisa. Piensas, piensas como pudiste olvidarlo tan facilmente si no paras de pensar en él, olvidas sus abrazos pero los deseas como si del palpitar de tu pecho se tratase. Sientes la necesidad de saber que quiere estar contigo, que va a estar cuando lo necesites, que nunca te va a dejar, pero es muy pronto para saberlo. El miedo y la desconfianza se apoderan de cada segundo en que tu aliento susurra su nombre, pero no lo puedes evitar, te adentras en un oscuro sueño en el que sus brazos rodean tu cuerpo pero aún así notas como el frío te deja sin aliento.

25 de julio de 2011

Génesis

Todo empieza con un arrebato de locura y pasión, guiado por un sentimiento de miedo y vergüenza que te obliga a ir pisando despacio. Con el rozar de sus labios ya presientes ese algo más que un simple beso, una simple noche que va a cambiar por completo tu vida, pero esta vez todo indica que va a ser para bien.