8 de agosto de 2011

Vuelta

Después de un día en el que la cabeza no paraba de girar en torno a él, por fin llegó el momento de ver si estaba en el nuevo punto de encuentro. Allí estaba, intentando no cruzar su mirada con la mia para evitar ese momento incómodo que ambos deseábamos, pero no pudo aguantar más y clavó sus ojos en mi, su sonrisa apareció y mis ojos se humedecieron mientras mi cabeza era bombardeada por el sentimiento de añoranza que había reprimido durante su ausencia.

Me prometí que iba a disfrutar cada segundo a su lado, que no lo dejaría marchar otra vez, pero quería hacerlo bien, el tiempo decidirá qué caminos se cruzan. Sólo espero que esta vez esté de mi parte.

4 de agosto de 2011

Ausencia

Ahora, cuando ya asimilas que no está, olvidas como era su voz, su cara, sus besos, pero no te olvidas de su sonrisa. Piensas, piensas como pudiste olvidarlo tan facilmente si no paras de pensar en él, olvidas sus abrazos pero los deseas como si del palpitar de tu pecho se tratase. Sientes la necesidad de saber que quiere estar contigo, que va a estar cuando lo necesites, que nunca te va a dejar, pero es muy pronto para saberlo. El miedo y la desconfianza se apoderan de cada segundo en que tu aliento susurra su nombre, pero no lo puedes evitar, te adentras en un oscuro sueño en el que sus brazos rodean tu cuerpo pero aún así notas como el frío te deja sin aliento.